martes, 22 de diciembre de 2009

La conocí en una bailanta...

Feliz Navidad y un prospero año 2010



Sus amigos Escapistas, les deseamos de todo corazón una Feliz Navidad.Mucha salud, amor, y paz .Que el año 2010 esté lleno de bendiciones para ti y los tuyos.

¡Disfruta tu vida y sigamos haciendo letras!





Feliz Navidad y un prospero año nuevo, 2010



......

Avelino , Bety, Elsa, Felix, Gary, Jetza,

Jose, Ricardo, Rogelio, Sergio,Seth



Diciembre 2009

domingo, 20 de diciembre de 2009

Los Formales y el frío


A mi fantasma
....

Quién iba a prever que el amor ese informal
se dedicara a ellos tan formales
mientras almorzaban por primera vez
ella muy lenta y él no tanto
y hablaban con sospechosa objetividad
de grandes temas en dos volúmenes
su sonrisa la de ella
era como un augurio o una fábula
su mirada la de él tomaba nota
de cómo eran sus ojos los de ella
pero sus palabras las de él
no se enteraban de esa dulce encuesta
como siempre o casi siempre
la política condujo a la cultura
así que por la noche concurrieron al teatro
sin tocarse una uña o un ojal
ni siquiera una hebilla o una manga
y como a la salida hacía bastante frío
y ella no tenía mediassólo sandalias por las que asomaban
unos dedos muy blancos e indefensos
fue preciso meterse en un boliche
y ya que el mozo demoraba tanto
ellos optaron por la confidencia
extra seca y sin hielo por favor
cuando llegaron a su casa la de ella
ya el frío estaba en sus labios los de él
de modo que ella fábula y augurio
le dio refugio y café instantáneos
una hora apenas de biografía y nostalgias
hasta que al fin sobrevino un silencio
como se sabe en estos casos es bravo
decir algo que realmente no sobre
él probó sólo falta que me quede a dormir
y ella probó por qué no te quedás
y él no me lo digas dos veces
y ella bueno por qué no te quedás
de manera que él se quedó en principio
a besar sin usura sus pies frío los de ella
después ella besó sus labios los de él
que a esa altura ya no estaban tan frío
y sucesivamente así
mientras los grandes temas
dormían el sueño que ellos no durmieron.



Mario Benedetti

martes, 15 de diciembre de 2009

Estímulo económico para contar con un espacio cultural, Casa Malagua II




DESTINARÁN MÁS DE 2 MILLONES DE PESOS PARA LOS 51 BECARIOS DEL FECA 2010


El jurado del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico de Colima, emisión 2010, informó la lista de beneficiarios del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes (FECA) en sus siete categorías, con un total de 51 becarios y un monto global de 2 millones 196 mil pesos, que aportaron de manera bipartita el Gobierno del Estado de Colima y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
Así pues, dentro de Jóvenes Creadores y Ejecutantes, fueron 26 las personas que obtendrán un estímulo económico para realizar su proyecto y presentar reportes mensuales y conclusión del mismo a la Secretaría de Cultura en el plazo de un año, entre las que se encuentran Minerva Maciel Morán, David Alejandro Gómez Palestino, Alma Celia Galindo Núñez, Omar Almícar Mejía Pérez, Azby Geoffrey Ventura Zamora, Joel Alcázar Sánchez, Sandra Lucía Uribe Alvarado y Juan Diego Perales Franco, en el área de Artes Visuales; en lo que respecta a Danza, los becarios son María Isabel Guadalupe Barrios Cortés, Ignacio Sánchez Verduzco, Natziquelli Jamilet Albarrán Salazar, Andrés Santana Anguiano, Sandra Niño de Rivera Torres, Rafael Hernández Ramos y Jonathan Francisco Pérez Ayala.
En esa misma categoría, pero en el apartado de Literatura, se seleccionó a Krishna Naranjo Zavala, Indira Isel Torres Cruz, David Ávalos Chávez, Magdalena Orozco Rodríguez y Claudia Jazmín Ibarra Ávalos, mientras que en Teatro los beneficiarios son Aurora González Rangel, María Clotilde Campos Solano y Eduardo Gutiérrez Camargo. Finalmente, los Jóvenes Creadores que podrán ejecutar su propuesta en el área musical son: Izebel Haidee Alcaráz Tenorio, Gilberto Moreno Ramos y Ramón Andrade Virgen
Dentro de la categoría de Difusión del Patrimonio Cultural se benefició a Daniel Benjamín Elías López, Norma Eloísa Pedraza Santos, Irma Magaña Carrillo y Blanca Rosa Guadalupe Garduño Pulido para Investigación; a Elsa Imelda González Cárdenas y a Guillermo Robles Oseguera para Difusión; a Eduardo Gutiérrez Morán en el área de Arqueología y a Daniela Bueno Silva para la elaboración de una Revista Digital.
En Grupos Artísticos, quienes recibirán beca son los músicos Gregorio Rodríguez Fletes, Artemio Arturo Cortéz Ochoa y Alma Citlalitzin Gazpar Sánchez; así como Lizette Marisol López Sánchez, en Teatro.
Por otro lado, Javier Fernández Cárdenas realizará un proyecto de Promoción Cultural en la categoría de Empresas Culturales y en la de Creadores con Trayectoria, se apoyó a Rogelio Guedea Noriega, Melquíades Durán Carbajal y Bertha Ochoa Rivera en el área de Literatura; en Música a Simone Lannarelli y Luis Trejo León; en Teatro a José Manuel Áviles Ortega y en lo que concierne a Artes Plásticas a Sergio Antonio Velasco García, José Jesús Alberto Alvarado Urenda, Rafael Araiza Mendoza, Rosalba Valentina Esparza Ojeda y a Eduardo Ovando Prol.
Por último, el proyecto literario de Alejandro Morales de la Peña fue seleccionado para Publicación de Obra, mientras que la categoría de Coinversión se declaró desierta.
Cabe señalar que el jurado estuvo integrado por personalidades destacadas en cada una de las áreas mencionadas, tanto de Colima, como de Guanajuato, estado invitado para evaluar a los becarios de esta emisión, a quienes en próximos días se les informará la fecha exacta para la entrega de estos recursos.


Felicidades a todos los Escapistas.


Fuente:Conaculta y Ecos de la Costa
fecha 15-diciembre-2009




Elsa I. González

Índigo


Hay quienes dicen que no se acercan a la poesía porque no la entienden… como si la poesía fuera para entenderse y no para sentirse. O peor: como si en este mundo absurdo hubiera algo cabalmente comprensible. Y da dolor que sean los editores, esos seres que a veces suponemos letrados y cultísimos, quienes alcen su dedo índice para hacer la señal de la negación, dando como pretexto que “la gente” no lee.

Por eso siempre es una fiesta ver nacer un poemario como si se echara un barco al mar. Por eso sonreí, feliz, cuando llegaron hasta mi puerta —en un sobre sin remitente, para guardarme la sorpresa— las Letras índigo de Jetzabeth Fonseca. En primerísimo lugar porque a Jetza le tengo un cariño especial. La conocí hace un año, cuando apenas empezaba a juntar los versos que le hicieron ganar el Concurso de Poesía Manzanillo 2008. En la primera noche del festival que cada año se realiza en aquel puerto del Pacífico, Jetzabeth leyó un par de textos en el patio del Starbucks y luego en el bar Botas, anteponiendo la disculpa de que no era poeta. Pero en aquellas líneas asomaba tan evidente ese germen, que más de uno de los participantes nos acercamos a decirle, con seguridad, que sí lo era.Me lo confirma ahora este libro, suave como el aire de aquellas playas tibias, rotundo como su oleaje feroz. Este libro de versos largos que me hacen dosificar el aliento para llegar hasta la última sílaba. Para pensar, entonces, en el oficio del poeta, en sus aparentemente pocas recompensas, en los enormes horizontes que esconde o que desvela.

La poesía es una capacidad especial, una impronta fisiológica, un don que no está en escribir versos sino en el modo de ver e interpretar la realidad, en la manera de mezclar las palabras para transmitir atmósferas, para crear desde el mundo ese otro mundo que a ratos pareciera mágico, irreal, y que no es más que poético. Este planeta al que llamamos Tierra está lleno de artistas. Y aun dentro de ellos, pocos son los poetas. Porque la poesía no está en el mundo mismo ―por hermoso o dramático que sea―, sino en el ojo que lo observa, en esa especie de lente detrás de la pupila con el que se mira, aunque no te des cuenta, la poesía que a veces vive sólo en el silencio, agazapada.

Reconocerla es también una suerte de don instintivo y, por lo tanto, inexplicable. Así se diferencia al poeta del simple versificador ―aun el mejor―, como se sabe del buen cantante desde que abre la boca y suelta las primeras notas. Eso fue lo que sentí en Jetzabeth Fonseca aquellos días de noviembre y lo que encuentro, con regocijo, en este poemario desde cuyas ventanas se ve el mar en todos sus tonos, hasta llegar al índigo más profundo, el del corazón y el de la entraña.La semana pasada me preguntaban dos jóvenes colegas cómo encaminar sus esfuerzos para que el “mundo literario” supiera de su quehacer. “No tengo la menor idea”, les dije pensando en mis dos poemarios inéditos que duermen, desencantados y pacientes, entre los circuitos y bytes de la computadora. Muchas veces me pregunto para qué escribimos, para quién. ¿Qué esperanza tiene un poeta de que alguien más lo lea? ¿Sirve de algo la poesía en un mundo de tan falaces cofradías?

A veces lo pedestre de la vida nos hace perder, al menos de momento, esa noción, esa ilusión. Hace unas semanas quería subirme en la torre de alta tensión que está en el patio de la oficina donde trabajo. Un poste enorme que se alza unos veinte o treinta metros hacia el cielo. En su tronco, cementados, hay unos peldaños de hierro que yo soñaba escalar. “Ni se te ocurra que voy a ayudarte a trepar ahí”, me decía Orlando y nos reíamos. Un buen día, descocotada, a punto de atrofiarme las cervicales con tal de observar su altura, comprendí que lo que deseo es mirar al horizonte sin obstáculos.

Lo ratifiqué hace sólo un par de días mientras observaba una foto de La Habana tomada desde el piso 18 del edificio de becados de F y Tercera. Toda la ciudad a los pies y enfrente el mar, siempre el mar, índigo el mar de La Habana, esas aguas que son cárcel y bendición. Así las veía cada mañana a principios de los 90 más allá del convento de las capuchinas y del hospital Ameijeiras, desde aquel tercer nivel adonde llegaba, como un estertor, el ronquido de los barcos que entraban o salían de la bahía. Así las veía en Santiago, tan brillantes que enceguecían, con solo bajar alguna de sus lomas o mirar hacia el sur desde un balcón o una pendiente.

A veces, en la prisa de la cotidianidad, en el dar por sentado que la sensibilidad no trae más que sufrimiento, en el catalogar como absurdo todo impulso no práctico, en el prestar oídos a esa idea generalizada de que la madurez implica superar la ridiculez de perder el tiempo midiendo versos, no nos damos cuenta de cómo van acumulándose muros delante de los ojos. No sólo la fachada anaranjada del vecino o la pared de ladrillos del baño, que es mi horizonte durante las diez horas que permanezco en la inútil oficina. A veces quiero amurallarme el corazón, porque considerar bella a la vida requiere un nivel de optimismo, tolerancia y entusiasmo que se me antoja inaudito.

Entonces llegan, como un regalo, las letras de Jetzabeth, la sonrisa de los amigos, sus mensajes que son abrazos. Entonces digo, como Alejandro Sanz de su música: “no es que sea mi trabajo, es que es mi idioma”. Entonces redescubro que es una percepción personalísima, individual, inagotable, y veo poesía en el azul del cielo despejado de estos días, en esa Luna deslumbrante de diciembre, en la carrera libre de las ardillas por el muro, en el vuelo de los aviones y la celeridad del metro. Y en los trescientos pasos que me llevan a la esquina, en los zunzunes y las mariposas que liban de la bugambilia, en el dolor oscuro de lo perdido, en la bruma de los sueños, en las voces que hablan dentro de mi cabeza. Y también —por qué no— en el modo en que algunos balones se cuelan al fondo de la portería después de describir una elegante y límpida elíptica, o en la manera en que una bola sobrevuela la pizarra del jardín central diciendo adiós, adiós Lolita de mi vida.

Índigo —como las letras de Jetzabeth— o turquesa —como esas playas caribeñas que adornan el “escritorio” de mis computadoras—, así quiero ver el mar adondequiera que pose la vista. Y acaso lo logro si dejo que mi mirada traspase el muro de ladrillos, la fachada de los vecinos, los cerros y volcanes que sitian la ciudad. O si permito, simplemente, que la Poesía me lleve hasta el final de sus versos y desde allí me lo muestre. Siempre… una vez más.




escrito por Odette Alonso http://parquedelajedrez.blogspot.com/

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Primera piedra del Centro Cultural de Manzanillo I
















Fotografìas por Elsa González

08.diciembre.2009

A Sandra y Carlos

http://www.youtube.com/watch?v=6g_SpJMGsKQ

Bueno mi intenciòn es mostrarles un video

Pongamos que hablo de Madrid de Joaquìn Sabina.

: )

Primera piedra del Centro Cultural de Manzanillo





El dìa de ayer 08 de diciembre, 2009 fue puesta la primera piedra del que será el Centro Cultural de Manzanillo (CCM) en un terreno ubicado en Salagua, casi frente al Hospital Civil.

Gracias a las gestiones de la administración pasada por el H.Ayuntamiento de Manzanillo, en especial a nuestro amigo Avelino Gòmez Gùzman, a su equipo de trabajo y otras personalidades anonimas que disfrutan y ejercen actividades culturales en el municipio, se iniciará la primera etapa de construcción.

La colocaciòn de la primera piedra del que será el Centro Cultural de Manzanillo, la realizò el Sr. Presidente Municipal de Manzanillo, Nabor Ochoa, el Secretarìo de Cultura, Lic. Rubén Anguiano, en compañìa de el Secretarìo de Educaciòn y Cultura, Eduardo Rivera, la Regidora Lic. Gaby Benavides, la Lic. Gaby Sevilla, Asociaciòn Escapistas, A.C., Consejo del fondo municipal y pùblico en general.
El comienzo de la obra del Centro Cultural de Manzanillo se realizarà en mes de enero del 2010, y se pretende concluir el mismo año.
Estaremos al pendiente en darles a conocer los avences del CCM.
El evento fue amenizado por dos grupos musicales,Tambuco, fusiòn de samba, y una banda.
En horabuena a quienes hicieron posible este sueño!

Elsa Gonzàlez






lunes, 7 de diciembre de 2009

Dueles 2.0

Los pelícanos dormitan en la playa.
Esperan los trozos de pescado
que arrojarán los pescadores
al aire.

Un pez erizo boquea en la arena,
las olas arrastran estrellas de sal:
descansa, luna, en el mar.

Los cangrejos corren al sentir mi presencia
y esta noche la malagua arde, quema
en el alma.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Dueles



Los pelícanos duermen sobre las aguas saladas, esperan a los pescadores que arrojan al aire trozos de pescado, un pez sapo retorciéndose en la arena, una estrella es arrastrada por una ola, cangrejos corren con mi presencia, la luna descansa en el mar... y esta malagua arde mi alma.


Elsa

Recuerdo cuando dije que este invierno sería menos frío que el anterior...

viernes, 4 de diciembre de 2009

Discurso en el depósito de objetos perdidos

Wislawa Szymborska

Perdí algunas diosas en el camino de sur a norte,

y también muchos dioses en el camino de este a oeste.

Se me apagaron para siempre un par de estrellas, ábrete cielo.

Se me hundió en el mar una isla, otra.

Ni siquiera sé exactamente dónde dejé las garras,

quién trae mi piel, quién vive en mi concha.

Mis hermanos murieron cuando me arrastré a la orilla

y sólo algún huesito celebra en mí ese aniversario.

Salté de mi pellejo, perdí vértebras y piernas,

me alejé de mis sentidos muchísimas veces.

Desde hace mucho cerré mi tercer ojo ante todo esto,

me despedí de todo con la aleta, me encogí de ramas.


Se esfumó, se perdió, se dispersó a los cuatro vientos.


Yo misma me sorprendo de mí misma, de lo poco que quedó


de mí:

un individuo aislado, del género humano por ahora,

que sólo perdió su paraguas ayer en el tranvía.



De "Si acaso" 1978
Versión de Gerardo Beltrán